FICHA TÉCNICA:
Título: Pero a tu lado
Autor: Amy Lab
Editorial: Alfaguara
Páginas: 544
Precio: 15'50€
SINOPSIS:
Álex es una estudiante de segundo de Bachillerato. Es divertida, inteligente y tiene muchos amigos. Pero su vida amorosa no está al mismo nivel. En realidad, ha sido bastante decepcionante hasta el momento, así que este año Alexia ha decidido centrarse únicamente en sus estudios. Claro que no contaba con la llegada de Oliver, su desconcertante nuevo vecino. Oliver es realmente atractivo —como su amiga Gaby se esfuerza en recordarle—, pero de una manera salvaje que inquieta a Álex. Oliver es duro y distante hasta la insolencia pero, a través de esas visitas inesperadas por la terraza de su habitación, Alexia descubrirá también a un joven tierno y pasional cuyo misterio los llevará al límite.
Y es que, a veces, el verdadero misterio, aquello que hace fascinante nuestras vidas, está más cerca de lo que pensamos…
"-Todo
sería más fácil si te apartara -me dijo.
-¿Y por qué no lo haces?
-No lo sé... -respondió finalmente-. No lo sé... -repitió más bajo acercando tanto su cara a la mía que podía respirar su aliento-. No lo sé... -susurró de nuevo apoyando su frente contra la mía.
Me oí a mí misma tragar saliva y sentí que él hacía lo mismo. Tenía los labios entreabiertos, esos carnosos labios que me atraían como si de un imán se trataran. Iba a besarme, lo sabía, y deseaba que lo hiciera con todas mis fuerzas. La oscuridad alcanzó su rostro. Ya no podía verlo. [...]"
-¿Y por qué no lo haces?
-No lo sé... -respondió finalmente-. No lo sé... -repitió más bajo acercando tanto su cara a la mía que podía respirar su aliento-. No lo sé... -susurró de nuevo apoyando su frente contra la mía.
Me oí a mí misma tragar saliva y sentí que él hacía lo mismo. Tenía los labios entreabiertos, esos carnosos labios que me atraían como si de un imán se trataran. Iba a besarme, lo sabía, y deseaba que lo hiciera con todas mis fuerzas. La oscuridad alcanzó su rostro. Ya no podía verlo. [...]"
OPINIÓN PERSONAL:
Alexia es una
chica dulce, divertida e inteligente que sueña con esos romances de película y con encontrar a esa persona que la llene por entero. Y en realidad cree haberla encontrado, y también perdido. Lleva tiempo
enamorada del chico que ahora es novio de una de sus mejores amigas, un chico
que tiempo atrás le había hecho promesas y por el que aún sigue abrigando
sentimientos muy fuertes. Sentimientos que tiene que tragarse porque jamás
podría quitarle el novio de esa manera a su amiga Laura. Su intención es alejarse y centrarse en sus estudios, en pasarlo bien el
último año de instituto. Entonces llega Oliver a su vida, el nuevo vecino, un
chico con pinta de macarra que ha cosechado muy mala fama. El chico es mayor que ella aunque va a su mismo instituto, es reservado y
desprende cierto aire de agresividad. Álex tiene claro que quiere a
Oliver lo más alejado posible de su vida, pero además de que el destino ha
decidido ponerse en su contra, el misterio que rodea al chico es tan grande y
tentador que no puede evitar sentir una inmensa curiosidad por conocer sus
secretos. Ella sabe que está jugando con fuego, pero está dispuesta a
quemarse si con eso consigue llegar hasta él y derretir cada una de las capas
con las que se protege.
Me han
encantado los dos personajes principales, son tan cercanos y reales que es
imposible no sentir empatía hacia ellos. Sus personalidades no pueden ser más
dispares, empezando por los gustos musicales, y los diálogos entre ellos son increíbles.
Las pullas que suelta Oliver y que Alexia sabe contrarrestar me han hecho
disfrutar como una niña y reír a carcajadas.
El libro está narrado en 1ª persona, desde el punto de Alexia.
Alexia es una chica dulce, divertida y con un toque de ingenuidad que
le aporta más realismo al personaje. A su edad no sabe lo que quiere de
la vida y se deja arrastrar por la corriente esperando su momento,
alguna revelación que la ayude a tomar decisiones para las
cuales aún no se siente preparada. Por supuesto, sabe sacar su temperamento
cuando lo necesita, coger la sartén por el mango y enfrentarse a los problemas
aunque por dentro se sienta totalmente deshecha.
Para ella Oliver y la
amistad que comienza a nacer entre los dos es todo un reto. Nunca ha conocido a nadie como él, que sea capaz de irritarla y atraerla,
llevarla hasta el borde del precipicio y mantenerla anclada en la seguridad de
sus brazos. Con Oliver todo parece demasiado
complicado, y no solo por el terrible pasado que el chico ha tenido que vivir,
sino por su forma de ser. Es difícil
lidiar con su indiferencia, con ese muro que se encarga de levantar entre
ellos, pero más difícil es resistirse a la dulzura que su vecino muestra en
momentos de debilidad, momentos en los que siente esa conexión que lleva tanto
tiempo buscando.
"-Para ti todo
es muy evidente y muy fácil, pero es que no tienes ni idea. Tú no sabes lo que
es sentir algo fuerte por alguien. Con ese rollo tuyo de la libertad y de que
no hay que pedir cuentas a nadie… Eso no es querer. Cuando quieres a alguien,
luchas por estar a su lado a cada momento y no importan los obstáculos ni la
distancia. Cuando quieres a alguien, no puedes soportar la idea siquiera de que
esté con otra persona y te duele si eso ocurre. Aunque a veces te saque de tus
casillas o te enfade o te haga daño, esa persona se vuelve irremplazable, no
entiendes la vida sin ella y el mundo se hace inhabitable si no está a tu lado.
Si quieres de verdad, lo haces con el alma, sin pedir nada a cambio, ni
siquiera ser correspondido.
Comenzó a aplaudir.
-Casi me has emocionado. Precioso discurso. Peliculero y poco realista, pero bonito."
Comenzó a aplaudir.
-Casi me has emocionado. Precioso discurso. Peliculero y poco realista, pero bonito."
En momentos como este me han hecho llorar las reflexiones de Alexia, pero luego Oliver saltaba con lo otro y me empezaba a reír como una completa tarada.
En cuanto a Oliver, él es EL PERSONAJE con mayúsculas. Por
una vez, tenemos a un chico de veinte años que, por circunstancias
que no puedo adelantaros, todavía tiene que ir al instituto y aprobar las dos
asignaturas que le quedan. Oliver es todo un misterio, como una de esas
ecuaciones que se nos resisten pero que nos empeñamos en resolver. Es distante, muy seguro de sí mismo, borde hasta la irritación y algo
petulante. Pero también es sexy, intenso y muy dulce cuando quiere. Es extremadamente sincero y no se corta a la hora de decir lo que se le
pasa por la cabeza sin pensar en el impacto que tienen sus palabras en la
persona hacia la cual van dirigidas. A veces es parco en palabras y otras se
suelta de la lengua, desnudándose para mostrarnos a su verdadero yo. Nos
costará llegar a él, saber lo que siente y piensa, lo que es verdad o
lo que es mentira. Pero os aseguro que merece muchísimo la pena todos los
dolores de cabeza que nos hace pasar. El personaje es puro amor.
Tiene un buen ritmo, las cosas ocurren sin resultar precipitadas pero a la vez hay algo de acción a lo largo de sus páginas por lo que no se hace pesado, aunque debo reconocer que me ha costado algo más de lo que me esperaba acabar con él. Hay algo de misterio alrededor de todo lo que esta ocurriendo con Oliver pero, a la vez, al ver muchas veces que la cosa no avanzaba no me costaba demasiado dejarlo para otro momento.
La relación amorosa es uno de los grandes puntos
de esta novela.
Siempre nos estamos quejando de los amores a primera vista, de lo poco trabajados que están los romances en muchas de las novelas juveniles. En este caso la relación no podría ser más realista y perfecta. Álex y Oliver al principio se caen mal, ella incluso siente desagrado y miedo hacia él, y en cuanto a Oliver… él simplemente la ignora, le es totalmente indiferente y no le hace falta dejarlo claro para que ella lo pille.
Siempre nos estamos quejando de los amores a primera vista, de lo poco trabajados que están los romances en muchas de las novelas juveniles. En este caso la relación no podría ser más realista y perfecta. Álex y Oliver al principio se caen mal, ella incluso siente desagrado y miedo hacia él, y en cuanto a Oliver… él simplemente la ignora, le es totalmente indiferente y no le hace falta dejarlo claro para que ella lo pille.
Pero son vecinos, sus
habitaciones están pegadas la una a la otra y Oliver adquiere la mala
costumbre de saltar a su terraza para pedirle algo, pillándola, para su horror,
desfilando con alguno de sus espantosos pijamas. Así empezarán a conocerse, por encuentros furtivos, conversaciones fugaces
y un roce que va haciéndose más y más grande conforme pasan las páginas. Su relación va creciendo pasito a pasito, la vemos nacer, crecer hasta
hacerse grande, sólida, preciosa. Observaremos sus miradas, escucharemos sus
palabras, las que se dicen y las que se callan, sentiremos el cariño y la
confianza que se va forjando entre ellos, nos conmoveremos con su preciosa
historia de amor, y con esos secretos que aguardan el momento preciso para
estallar.
"-¿Me estabas
besando?
-¡Yo! -«niégalo, niégalo, niega lo evidente, Alexia»-. ¡Ja! Más quisieras -«Dios, qué vergüenza, que me trague la tierra ya».
-Me estabas besando –aseveró con una sonrisa socarrona.
-Pero si estabas medio dormido.
-O sea, que lo admites.
-¡No admito nada! Digo que, como estabas dormido, habrá sido que tu mente te ha jugado una mala pasada.
Se rió. Yo no tenía la culpa, fue una decisión irrefrenable y esa voz que me animaba a hacerlo… Y pensé que él me estaba respondiendo. Dios, qué vergüenza. Pero, claro, si había comenzado mi argumento negándolo todo, ahora no podía cambiarlo.
-Me voy a mi casa –dije mientras me dirigía hacia las escaleras.
-¿Y vas a saltar en albornoz?
-Saltaré como me dé la gana.
-¿Otro beso de buenas noches? –casi no pudo terminar la frase de la risa.
-Que te den."
-¡Yo! -«niégalo, niégalo, niega lo evidente, Alexia»-. ¡Ja! Más quisieras -«Dios, qué vergüenza, que me trague la tierra ya».
-Me estabas besando –aseveró con una sonrisa socarrona.
-Pero si estabas medio dormido.
-O sea, que lo admites.
-¡No admito nada! Digo que, como estabas dormido, habrá sido que tu mente te ha jugado una mala pasada.
Se rió. Yo no tenía la culpa, fue una decisión irrefrenable y esa voz que me animaba a hacerlo… Y pensé que él me estaba respondiendo. Dios, qué vergüenza. Pero, claro, si había comenzado mi argumento negándolo todo, ahora no podía cambiarlo.
-Me voy a mi casa –dije mientras me dirigía hacia las escaleras.
-¿Y vas a saltar en albornoz?
-Saltaré como me dé la gana.
-¿Otro beso de buenas noches? –casi no pudo terminar la frase de la risa.
-Que te den."
La novela solo
tiene un par de cosillas negativas, y son el motivo por el cual le he
bajado un poquito la puntuación. Es lo pausada que es la historia,
las páginas y páginas que suceden sin que pase nada demasiado relevante. Sabes
que hay un misterio, lo sabes desde el principio, y contaremos con nueve fragmentos dedicados a ese “misterio”, desperdigados por la
historia, que aumentan tus ansias de saber lo qué está sucediendo, cómo y por qué. Pero los capítulos siguen pasando, la historia avanzando con parsimonia y
el misterio continúa ahí, en la punta de tus dedos, cerca pero lo
suficientemente lejos para que puedas alcanzarlo. En ocasiones me llegó a
desesperar esa lentitud, pero debo reconocer que eso también tiene sus
ventajas. Sí, la historia se podría haber resumido, pero también es verdad que
la relación no habría quedado tan PERFECTA de haber sido algo más precipitada.
Reflexión: Pero a tu
lado es una novela preciosa, una historia que
hace suspirar, reír a carcajadas, tirarte de los pelos y robarte alguna que
otra lágrima. Una historia que brilla con luz propia, con unos personajes
fuertes y cercanos que te roban el corazón y un romance que ves nacer y crecer
hasta convertirse en inolvidable.
LO MEJOR: La relación de amor entre los personajes y los diálogos.
LO PEOR: Morgan me ha caído fatal desde el principio, junto con Álvaro.
UN MOMENTO:
"No pude
terminar. Entró rápidamente cerrando tras él y se abalanzó sobre mí, dejándome
atrapada entre la pared y su cuerpo. Y comenzó a besarme con fuerza, de forma algo
violenta y ruda. Tras la sorpresa inicial, intenté zafarme de él. Le empujé con
todas mis fuerzas. Ni siquiera pude separarlo ni un milímetro de mí. Intenté
retirar la cara, pero tenía mi cabeza sujeta entre sus manos y no podía
moverla. Y entonces sentí su cuerpo pegado al mío, y su aliento en mi cara, y
su olor, ese maldito olor, colapsando mi nariz, y el calor de sus labios sobre
mis labios, y sus ojos clavados en los míos. Sus manos dejaron de agarrarme la
cabeza para acariciarme la mejilla, la oreja, el pelo, el cuello. Y sus besos
resultaban cada vez menos violentos y más suaves, y mi boca se abrió para dar
paso a su lengua, y mis manos en su espalda, y su abrazo cada vez más fuerte, y
su camiseta empapada por la humedad de mi abrigo. [...]"
La verdad que tengo ganas de leerlo, pero lo leeré más adelante. Un beso, y buena reseña.
ResponderEliminarTe sigo de Seamos Seguidores.
http://nadandoentremilesdelibros.blogspot.com.es/